Cada año se producen, usan y desechan millones de toneladas de ropa en todo el mundo.
Al año compramos, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), 26 kg de productos textiles y desechamos 11 kg. La ONU asegura que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, siendo responsable del 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Además, consume elevadas cantidades de agua y genera un inmenso volumen de residuos textiles.
Por estos motivos, es cada vez más urgente que la industria textil transforme la manera en que se fabrica y se usa la ropa y evolucionemos del actual fast fashion a un modelo lo más circular posible. En vez de comprar y desechar rápidamente, el modelo circular se basa en comprar, usar un nuevo “uso” cuando el principal ya ha acabado para finalmente, reciclar, vender o reutilizar.
Esta es una de las soluciones que propone Run to Wear, empresa que garantiza la trazabilidad en la segunda mano pudiendo así controlar dicha circularidad.
Ademas de Run to Wear y sus pioneras soluciones tecnológicas, es necesario que la industria impulse el consumo responsable y anime a los clientes a comprar textiles más sostenibles haciéndoles ver que, aunque sean más caros, la inversión es más rentable y responsable a largo plazo. Aunque ¡cuidado! Muchas marcas están creando sus propias etiquetas de “producto sostenible” en base a criterios no armonizados y, por qué no decirlo, en muchos casos, por puro marketing sin que haya detrás una producción sostenible real. Esto se conoce como “greenwashing” y es uno de los mayores problemas del sector ahora mismo.
Actualmente, existen algunas obligaciones legales a nivel europeo y en España para que las empresas textiles cumplan con criterios medioambientales y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por Naciones Unidas en la Agenda 2030.
En Run To Wear vamos a hacer moda ilimitada, sostenible y asequible.